Donde la realidad se convierte en imágenes y las imágenes se convierten en realidad.
Los medios de comunicación son un negocio tal cual, su producción son los contenidos mediáticos, no el arte ni la cultura, sino el seguir vendiendo.
Los jóvenes y cualquier persona inconforme debe hacer lo posible por ser escuchado para que entonces podamos salir adelante.
Aún saliendo adelante, la historia es cíclica, y al cambiar un cierto tipo de “establishment”, este cambio se traducirá como el nuevo “establishment” a ser derrotado una vez más.
Nuestro mundo es defnido por lo extremos, desde el control absoluto que no funciona en el comunismo, hasta la fallida democracia donde nos seguimos preguntando que tan real es la libertad.
Somos libres en cuanto a elegir las pocas opciones que como sociedad recibimos dentro de nuestro “establishment”.
Sigue vivo el enunciado “pan y circo al pueblo”.
Seguimos viviendo en una sociedad controlada mentalmente, donde entran en juego las subjetividades de cada individuo y donde el cambio positivo o negativo se ha dado gracias a protestas estudiantiles o artísticas por mencionar algunas.
Dentro del control mental se ha logrado escapar sin ser muchas veces exitoso al violar distintas leyes ya establecidas.
Dentro de nuestra supuesta libertad debemos darnos a escuchar, no sólo para generar conflicto sino proponiendo nuevas soluciones y alternativas viables para mejorar.
Es importante analizar todos los puntos de vista permitiendo que estos coexistan y lleven a la mejora individual y colectiva.
El espectáculo puede contribuir una vez que sea aseado de todos los intereses personales, económicos y políticos que lo rodean (si es que eso sea posible algún día), por lo que hay que luchar constantemente.
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